sábado, 19 de junio de 2010

ADIOS, Y SOBRETODO, GRACIAS POR FORMAR PARTE DE MI VIDA

Termina una etapa de mi vida (como bien dijo María), y con ella un curso, y también un ciclo. Dejo atrás amistades, profesores, ilusones victorias, derrotas, bastantes castigos (gracias a los personajillos); en fin, tal vez demasiadas cosas para solo dos años.

Casi puedo revivir aquella vez que ganamos el concurso de murgas (la primera vez que mi clase ha ganado en mi vida), con Néstor, Edu, Celia, Lucía... vestidos de profesores, y con Marta preguntando a grito pelao. Tambíén la vez del museo Elder, con todo el mundo pasándose "la patata caliente", o en Cocacola, o cuando Cañamán hizo la gracia :). Creo que seguiré recordando de por vida cómo poníamos verde a Gabriel, tuviera o no razón; y las clases de sociales hablando de tribus urbanas y demás cosas que no tenían nada que vez con la asignatura (como el juego de verdad, mentira o mandato y el baile de Jorge), para luego "darnos el hachazo en los exámenes".

Cosas para olvidar son aquellos enfrentamientos con "el panal", porque creo que la chispa que comenzó el fuego fue la broma de mal gusto que se me ocurrió gastarles con el bote de millo lleno de piedras. Pido perdón por eso, aunque tuvo su gracia para mí que por una vez fueran los "primos" los ue se podían reirse de la gente "guay y superior" en su cara.

Supongo que el destino no ha querido que me lleve otro recuerdo material del colegio a parte de Wurst Lincoln Policleto Nicolás (Poli pa´ los amigos), mi mochila, los libros y el anuario; porque ayer se pinchó mi pelota gracias a Manuel, Manolo, o como se llame.

Creo que nunca olvidaré el último día con la clase al completo: los llantos de todos, el discurso de María, las palabras pidiendo perdón de Alejandro, la primera vez que vi a mucha gente llorar, Idaira que seguía en el patio, y sobretodo, el depedirme de la gente demasiado rápido (a veces sin mirarles a la cara) por la tarde porque estaba conteniendo un verdadero llanto que duró todo el trayecto hasta mi casa.

Jamás pensé que podría echar de menos una corbata (que tanto me ahogó en mis primeros días en el cole), o lo "plastas" que eran los niños. Ni las caminatas al culo de mundo (al Roque Nublo, la Puntilla, el barranco de nosedónde para escalar y el camino de la Plata). Ni las "clases gratuitas" de tenis a cargo de Nico, Pepe y Jonathan.


Todo esto de puede resumir con un GRACIAS a todos, por regalarme dos años de vuestras vidas, tal vez en contra de vuestra voluntad.

Ahora estoy en tierra de nadie, pero espero que nunca se borren de mi memoria de pez los recreos y sus bromas, los enamoramientos (más bien obsesiones) de Idaira, las faltas de ortografía de Cynthia y Miriam, el "baile del ocho" y el movimiento de cuello de esta última, las cantosidades de algunos amantes ;) , cuando ganamos los relevos...

Espero que como dice Rita los cambios sean siempre para mejor.

PD: Hay que verse de vez en cuando, aunque para ello tenga que arrastralas por la oreja

lunes, 14 de junio de 2010

TRANSICIÓN

Desesperación, miedo,
confusión, nostalgia anticipada.
Sonrío débil y tristemente,
mientras el tren de la soledad
me arranca de aquí:
El lugar que llegué a sentir mío
por unos instantes.
Las voces resuenan,
cada vez más lejanas.
Y las risas se dirigen a otras personas.

Sonrío de nuevo e intento no llorar.
Un abrazo de impotencia me consuela,
y una lágrima rueda por mi mejilla,
solitaria.
Porque he tenido mucho tiempo para asimilarlo.

Aquí empieza el resto de mi vida.

Y me alejo con pasos tímidos y asustados
hacia la siguiente estación
De este viaje que dura tres días.

Tres días plagados de sentimientos,
amistades, traiciones,
éxitos y fracasos;
y si tienes suerte,
de amor.

Mira tú por donde,
no la he tenido.

La cuenta atrás ha comenzado.

SENSACIONES

Atrapada, así es como estoy.
Entre dos mundos.
Quiero huir, pero no puedo.
El destino sigue su curso.
Y me doy cuenta,
de lo triste que puede llegar a ser la vida.
Porque quizá hoy sea el último día
en que vea la lluvia
entre las paredes de este lugar.
Tal vez el último momento que tenga para reir,
para hablar, para confiar.

Y esta sensación no me gusta,
nada.

Al menos, estoy segura de algo.
en medio de toda esta confusión.

sábado, 29 de mayo de 2010

...Equilibrio...

La música suena.
Esa que una vez lo significó todo para ti
ahora es solo ruido vacío, sin significado.

Los gustos cambian, lo sabes.

Tal vez por el hastío y la rutina,
que te queman por dentro sin querer.
Y no sabes qué hacer
para congelar ese fuego que te consume.

Tampoco puedes vivir al cien por cien,
la emoción te congelaría,
los sentimientos desaparecerían.

Se trata de encontrar el equilibrio.
Dejar la balanza quieta.

Y, sobretodo,
de volverla a equilibrar cuando esta se venga abajo.

Evitando sucumbir,
en un intento desesperado.

Tal vez...

Dime qué he hecho mal para perderte,
y tal vez trate de enmendarlo.
Soy como soy, y no puedo cambiar,
tal vez por eso nunca termino de encajar.
Sí, tal vez sea eso.
No me culpo por ello,
aunque pensé que contigo era diferente.

Solo te pido una explicación,
y te dejaré en paz. Lo prometo.

Mientras, seguiré esperando a que ocurra el milagro,
porque soñar es gratis,
o eso leí en alguna parte.
En mi reino de soledad,
que cada vez se hace más profunda.

Tal vez ahora que puedo empezar de cero
En algún lugar lejos de aquí,
las cosas cambien.
Solo tal vez.



jueves, 13 de mayo de 2010

Reminiscense

Memories are like salt,
they disolve while time passes,
while it rains.

You´re a weak memory,
or that´s what I want you to be.
I spent a little time with you.
Only a little, but it was wonderful.

Every time I see you
again opposite me,
my heart runs
my cheek blush.
I don´t know what happens.

It has rained a lot since then,
(I remember the breeze, beside the sea)
but I remember you to my regret.
Your salt is special, it doesn´t disolve.
At least not entirely.

And I look for the way
which is strong enough
to carry your salt far away.

But it appears again,
when I find you,
smiling to the world,
to everybody.

Except me.

...

lunes, 8 de marzo de 2010

A MAMÁ

Te escribo esto, sobretodo, para darte gracias. Gracias por darme la vida, y a mis hermanas, que aunque son unas plastas, las quiero. Gracias por llevar el peso de la casa porque te atosigamos una y otra vez todos los días. Gracias por aguantarme porque sé que soy cafre, egoísta, plasta, vaga, etc (y no sigo porque lleno la página).
Quiero decirte que lo hago lo mejor que puedo, pero tuviste una hija que piensa mucho pero después hace poco, por lo que se une a la lista de antes sin fuerza de voluntad. No me sienta bien verte llorar, porque sé que en parte es por mi culpa porque lo acumulas todo hasta que estallas.
También me da mucha vergüenza decirte lo mucho que te quiero (no sé por qué), así que te lo pongo al terminar la carta.

Te quiero más de lo que te imaginas y siento hacerte la vida más difícil, de verdad.


Ahora sólo me hace falta encontrar el valor para darte esto.